Igor Saavedra, Premio Nacional de Ciencias 1981

"No Tengo Alma de Chupamedias y Nunca He estado en Venta"

Cuando tenía tan sólo 16 años, Igor Ilich Saavedra Gatica cruzó los umbrales de la Universidad de Chile para estudiar física. Han transcurrido más de cinco décadas y hoy es profesor emérito de la Casa de Bello, después de haber impartido clases a varias generaciones, obtener un doctorado en Inglaterra y dedicarse a un sinnúmero de organizaciones ligadas al mundo cultural y científico. De 69 años, casado recién a los 49, sin hijos, Saavedra sufre de una polimiositis, enfermedad que destruye sus músculos progresivamente. Se le encuentra sentado en la dirección del Departamento de Física, en el primer piso del edificio, porque su mal le impide subir las escaleras. Pero igual va casi todos los días... a pensar. Atrás quedaron las incursiones o “arrancadas” a pueblitos y escuelitas rurales, donde don Igor acudía para llevar el conocimiento a la gente común.

- ¿Alguna vez le ofrecieron un cargo gubernamental?

- Nunca. - ¿Por qué? - Porque soy un hombre chúcaro, perfectamente capaz de decirle en su cara al Presidente de la República lo que pienso y si creo que está haciendo mal las cosas, se lo diría. No tengo alma de chupamedias y nunca he estado en venta.

- ¿Por qué no se radicó afuera?

- No me quedé afuera por honradez. Mi vocación era la física y me iba bien, bastante mejor que a mis colegas. Hice mi tesis en dos años para ser físico ingeniero teórico, me invitaron a trabajar a Londres, en el Imperial College con un premio nobel en física. Cuando llevaba 5 años en Inglaterra me ofrecieron un cargo permanente en la universidad y, también, la nacionalidad británica, lo cual era necesario para optar al cargo permanente, pero eso me significaba renunciar a la nacionalidad chilena. Me planteé este dilema moral por muchos años, me costó decidirme, pero preferí ser honrado conmigo. Era el mejor de toda mi generación en Inglaterra, pero podía ser más útil en Chile. Pensaba que tenía la obligación moral de hacer ciencia en Chile para formar a los nuevos profesionales. No tenía la obligación de volver, pero volví. - Casi todos los científicos de su generación decidieron volver ¿qué pasa con las jóvenes promesas? - Fui la primera generación y desde que volví empezamos a enviar gente a Europa. Todos regresaron, eran pocos, pero muy buenos. Al único que mandamos a Estados Unidos no volvió y sólo lo hizo cuando le convenía, haciéndose aparecer como de la nada. Creo que hay una influencia del ambiente: en ese país cada uno va por su propio carril e importa muy poco el otro. Hoy pasa eso también en Chile: la gente ha sido enseñada para ser egoísta, para no preocuparse de nadie que no sean ellos mismos, por lo tanto, son muy pocos los que tienen este espíritu de cooperación y de creer en los demás. Esta sociedad está marcada por una tendencia muy individualista y por el modelo de vida de los EE.UU, somos una pobre copia de ese país.

- Han pasado más de 20 años desde que recibió el Premio Nacional de Ciencias, ¿se siente más sabio? - El premio no significó más que un accidente de trabajo. No volví a Chile para acumular premios y me resistí todo lo posible e incluso me negué a recibir otro mucho más grande que se otorga internacionalmente, antes de que se hiciera público. Siento que con cada medalla que ponen en tu pecho, uno entrega a cambio un pedazo de libertad. Para mí, la libertad es el más importante de mis valores.

- En el ámbito de las ciencias, ¿cómo se encuentra Chile con respecto a los otros países de América Latina?

En estos momentos no estoy en condiciones de contestar eso, porque hace bastante tiempo que dejé de preocuparme. Ahora, por el número de habitantes, Chile era lejos el mejor país de América Latina en Física, Astronomía, y en Biología lo hacíamos bien. Siempre ha habido más biólogos que físicos y eso es bastante bueno, porque la biología es la ciencia del siglo XXI, tal como la Física lo fue en el siglo XX.

Desafiando el rompecabezas de la Física


Myriam Sarachik, física estadounidense, Premio de Física de Materia Condensada O. E. Buckley 2005, E.E.U.U, académica e investigadora de la City University of New York, Premio L’ Oreal 2005, será nuestra invitada especial durante la XI Semana de la Ciencia y la Tecnología. Aquí les entregamos una entrevista que sostuvimos con ella recientemente.


Por qué decidió estudiar Física?

No hubo un punto de quiebre que determinara mi elección. Era desafiante e interesante. Al comienzo, la encontré bastante difícil, pero mientras más estudiaba, más me fascinaba. Fue un interés que creció, creció y sigue creciendo. La encontraba parecida a armar un rompecabezas, lo que siempre me ha gustado, y a la curiosidad por comprender los patrones y leyes que rigen el mundo que nos rodea. Una de los aspectos maravillosos de la ciencia es que continúas aprendiendo y extendiendo tu conocimiento sobre cosas, tanto nuevas como antiguas, que antes no entendías. A veces, esto es absolutamente estimulante. Tomé la decisión al terminar tercer año de secundaria, a los 19 años. Me gustaban muchas cosas, la literatura, lenguas, música, matemáticas, ciencia. Era y sigo siendo, totalmente apasionada por la música. La ciencia era muy divertida y yo encontraba que la física era la más desafiante. Me gusta el desafío.

¿Cuál es su mensaje para los jóvenes que están terminando la enseñanza media y tienen que optar por una carrera?

Lo más importante es encontrar algo que uno quiera hacer y hacerlo con todo el corazón. Sea ciencia u otra cosa, derrochar pasión y esfuerzo en hacerlo lo mejor posible. ¡Y disfrutarlo!
¿Por qué elegir hoy a la Ciencia, por qué a la Física hoy y mañana?

Hay muchas razones. La Física es fascinante y conduce a nuevos conocimientos y a nuevas aplicaciones. Me he entretenido haciéndola – enseñando, investigando y participando al comunicarme con la comunidad de físicos a través del mundo. Ha sido, en lo personal, una satisfacción enorme.Provee el conocimiento básico que impulsa las innovaciones en muchas otras áreas; ha transformado nuestro mundo en casi todos los aspectos. Es responsable de los teléfonos celulares, del láser, los computadores, la TV y una inmensa cantidad de cosas que ahora damos por sentadas. Ha revolucionado las imágenes médicas (MRI, PET, CT scans y otras) así como la práctica de la medicina.Un ejemplo entre muchos es el tratamiento de las cataratas: una condición que hasta no hace mucho tiempo llevaba a la ceguera. Ahora, las cataratas son tratadas en forma rápida y no invasiva, utilizando cirugía láser, sin dolor, sin hospitalización, sin larga recuperación. Se han hecho increíbles progresos en nuevos métodos para el diagnóstico y la curación de muchas condiciones médicas. La Física, y de modo más general, la ciencia, pueden abordar algunos de los problemas más difíciles que enfrentamos: calentamiento global, nuestra necesidad de energía, el emergente problema del éficit de agua, incluso quizás la disparidad entre pobres y ricos, todos temas de gran importancia en nuestro bienestar futuro.No es menor el hecho que una fuerte estructura científica contribuye muchísimo a la fortaleza económica de un país y eleva el nivel de vida de sus ciudadanos.

¿Qué espera usted para el futuro próximo? Piensa usted que saber cada vez más y más hace mejores a las personas? ¿O no? ¿Por qué?

Saber más y más siempre ha sido un impulso básico, a la par con producir admirables creaciones en el arte y la música. Son instintos humanos básicos. La insinuación que saber menos es mejor que saber más es reminiscencia de “Un Mundo Feliz” de Aldous Huxley. Creo que la especie humana podría atrofiarse si abandona su búsqueda del conocimiento, que satisface nuestra curiosidad y, hasta cierto grado, nos da poder para controlar nuestro medio ambiente. Debemos usar ese poder sabiamente y bien.

¿Cuáles son para usted los grandes desafíos de la Física hoy y en el futuro cercano?

Hay muchas preguntas fascinantes no resueltas en física; y cuando se encuentran, cada respuesta lleva a dos nuevas preguntas. El desafío es usar lo que sabemos y descubrimos para mejorar nuestro mundo y hacer que la gente sea más feliz y tenga una vida más cómoda. No hacia fines destructivos.

En ciencias, particularmente en física, no encontramos muchas mujeres en nuestro país. ¿Qué quisiera decirles a las mujeres chilenas, en su condición de Premio L’Oreal 2005?

Yo estimulo a todos los estudiantes a considerar la física como su profesión.Soy una mujer que comenzó en este campo muchos años atrás, cuando éramos muy pocas y quisiera particularmente animar a las mujeres a ser físicas. Hay muchas jóvenes en este campo ahora que han demostrado sin ninguna duda que son capaces de hacer física a niveles muy altos. La física es un desafío muy interesante y gratificante. No crean a nadie que les diga que ustedes no pueden porque son mujeres.